Ya está en vigor la «Excepción Ibérica», el acuerdo alcanzado entre España y Portugal para la rebaja el precio de la factura de la luz después del incremento que ha experimentado en los últimos meses como consecuencia de la crisis de la Guerra de Ucrania (entre otras causas). Este acuerdo fue autorizado por la Comisión Europea la pasada semana y está en vigor desde ayer, 14 de junio.
En su primer día de vigencia, el límite al coste del gas para generación eléctrica hizo que el precio promedio de la electricidad en el mercado mayorista bajara hasta un promedio de 165,59 euros por MWh de electricidad, un 22,6% menos que los 214,05 euros del día anterior. No obstante, esto sólo supone una rebaja en el precio de la luz del 6% porque los consumidores ligados al mercado mayorista son también los que deben financiarlo, y en días de mucha demanda de electricidad y poca generación de renovables, esa financiación se lleva gran parte de los beneficios generados con el tope. Según los datos del operador de mercado eléctrico ibérico (OMIE), estos consumidores, que incluyen a todos los de tarifa regulada o PVCP, tendrán que pagar por este concepto otros 59 euros por MWh de electricidad. Su precio final de 224,59 euros por MWh de electricidad (165,59 y 59) sigue siendo inferior a los 237 euros que habrían pagado sin tope al gas, pero supone una rebaja de solo 6% sobre ese precio (y una subida de 4,92% con relación al precio del día anterior).
El acuerdo rebaja la factura de la luz un 20%
La excepción ibérica (como se ha denominado a este acuerdo) consiste en limitar el coste del gas para generación eléctrica a un máximo de 50 euros por megavatio hora. Concretamente, la limitación en la referencia del precio del gas a la hora de vender al sistema eléctrico tendrá un tope inicial de 40 euros el megavatio hora durante seis meses y se incrementará después, mes a mes, hasta alcanzar un promedio de 48 euros.
Esto se traduce en una caída del precio del mercado mayorista de la luz hasta el entorno de los 130-140 euros frente a los 210 euros del primer trimestre de 2022. A esta cantidad habría que añadir el coste de la subvención del gas para compensar a las centrales térmicas afectadas por la limitación de precios, por lo que el precio final del mercado podría ascender al entorno de los 150 euros, lo que equivale a una rebaja del 30% en el coste de la energía. Finalmente, como la energía supone alrededor de un 75% de la factura de un consumidor doméstico, el ahorro en la factura de la luz sería del 22%.
Este tope al gas se aplicará hasta el 31 de mayo de 2023 y se orquesta a través de una subvención directa a los productores de electricidad para financiar parcialmente sus costes de combustible. El pago diario a los productores se calculará restando al precio de mercado del gas el precio máximo estipulado por el gobierno para ese combustible. Para financiarlo, se utilizarán los llamados «ingresos de congestión» (los ingresos obtenidos por el operador del sistema de transporte español como resultado del comercio transfronterizo de electricidad entre Francia y España), además de un recargo impuesto por España y Portugal a los compradores que se benefician de la medida. A España esto le costará 6.300 millones de euros y a Portugal 2.100 millones de euros.
Quiénes se beneficiarán de esta rebaja
Se beneficiaran de esta rebaja los consumidores domésticos acogidos a la tarifa regulada (PVPC) o industriales para los cuales el coste que pagan por su energía está indexado directamente al mercado mayorista. También se beneficiarán pymes y trabajadores autónomos.
No obstante, a la larga esta medida para la rebaja en la factura de la luz podría beneficiar a todos los consumidores al entender que el precio del mercado se acabará trasladando tarde o temprano a los contratos con precio fijo. Sin embargo, las eléctricas han alertado de que la medida va a suponer de inicio un encarecimiento de éstos al tener que repercutirles la compensación a las centrales térmicas.
