D esde el anuncio por parte del Gobierno de una casi probable subida de impuestos para las grandes empresas y los contribuyentes con rentas más altas, la patronal, principalmente la CEOE y Cepyme y asociaciones de trabajadores autónomos como ATA o UPTA no han cesado de realizar comunicaciones mostrándose en contra de una reforma fiscal que afecte directamente a empresas y trabajadores autónomos, dos de los colectivos más golpeados por la crisis del Coronavirus (COVID-19)
Para adelantarse a los planes del Ejecutivo y plantear posibles soluciones, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha presentado una propuesta al Ejecutivo de un posible ajuste fiscal que ayudaría a aumentar la recaudación en 80.000 millones de euros.
La propuesta de UPTA consiste en una subida de impuestos, pero no centrado sólo en autónomos y asalariados, priorizar el gasto y gestionar adecuadamente los fondos para evitar la competencia desleal y la economía sumergida. Así, UPTA propone:
- IVA superreducido del 5% para las actividades de hostelería y turismo hasta julio de 2021.
- IVA del 25% para actividades, bienes y servicios de lujo hasta julio de 2021.
- Elevar el tipo marginal máximo para las rentas con un rendimiento superior a los 100.000 euros hasta julio de 2023.
- Elevar en 1% el tipo marginal máximo para las rentas con un rendimiento superior a los 20.000 euros hasta julio de 2023.
- Crear una tasa fija para todas las transacciones financieras superiores a 5.000 euros en todo el territorio europeo.
- Regulación específica de las actividades económicas que se establezcan entre particulares y que no tengan un estricto carácter de consumo colaborativo, en relación a las plataformas digitales.
UPTA considera que con estos ajustes se aumentaría la recaudación de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) en más de 80.000 millones de euros.