[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]L a emergencia climática está obligando a un gran número de países a llevar a cabo políticas que contribuyan a reducir el riesgo medioambiental de tal manera que los efectos del cambio climático se reduzcan notablemente. Para hacer frente a esta meta, el gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos está preparando una batería de medidas de fiscalidad medioambiental que podrían ver la luz en los próximos Presupuestos Generales del Estado 2020 que, previsiblemente, estarán preparados para el mes de verano.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]El Gobierno ha anunciado una batería de reformas de fiscalidad medioambiental que contribuirán a recaudar 5.678 millones de euros gracias a medidas fiscales en IRPF, Sociedades, IVA y también con la creación de nuevos impuestos medioambientales.
Impuesto a los plásticos
El Gobierno prevé la implantación de un nuevo impuesto a los plásticos en función de la biodegradabilidad que presenten. Este impuesto estaría en consonancia con la prohibición europea a los plásticos de un solo uso que entrará en vigor en 2021.
Con esta medida, se pretende lograr una reducción del consumo de plástico que, a la larga, generaría una reducción de costes de gestión, especialmente los que se abandonan en el medio ambiente.
Impuesto a los billetes de avión
El Ejecutivo tiene previsión de imponer una tasa a los billetes de avión con el objetivo de reducir las emisiones de gases nocivos procedentes del transporte aéreo que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, de seguir así crecerán hasta un 185% en 2040.
Esta tasa podría chocar con una importante oposición por parte de las aerolíneas que podrían reclamar la existencia de una tasa similar para el sector del ferrocarril.
Para hacer frente a este obstáculo, Javier Santacruz, en declaraciones en El Economista, establece que “Tendría que confeccionarse como un gravamen transversal a otros medios de transporte. Si el Gobierno no quiere encontrarse con que alguna sospecha de discriminación sectorial tumbe el impuesto, debería canalizarlo como un canon adicional sobre las tasas aeroportuarias.
España no sería pionera en este tipo de gravámenes ya que países como Alemania, Francia, Bélgica, Austria o Países Bajos ya cuenta con un impuesto análogo.
Impuestos a los residuos y gases que afectan al medio ambiente
El Gobierno también tiene en mente realizar una profunda revisión a la tributación de los residuos, que podría configurarse como figura estatal para ser aplicado a escala municipal.
Así, podría plantearse imponer un gravamen sobre la huella de CO2 que grave los hidrocarburos, la electricidad y las energías de forma que prime las menos contaminantes y eliminar subvenciones a los combustibles fósiles.
En esa misma línea, el Gobierno pretende llevar a cabo una reforma fiscal del Impuesto de Tracción Mecánica y del Impuesto de Matriculación, todo ello encaminado a fomentar el coche eléctrico penalizando los vehículos de combustión.
Estos impuestos obedecen a la reforma de fiscalidad medioambiental que pretenden situar a España a la cabeza de este tipo de iniciativas medioambientales. Actualmente, España es el quinto país de la Unión Europea con el porcentaje más bajo de impuestos verdes sobre el PIB. Tanto es así, que en 2017 estos ingresos supusieron el 1,83% del PIB frente a una media del 2,4% en la UE.
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